Aleida Alarcón
El ejercicio ciudadano siempre debe de estar en nuestras manos, nosotros, los ciudadanos…
Las realidades de las campañas están por ponerse en su apogeo porque solo se cuentan con menos de 30 días para permear en la ciudadanía y que cada aspirante a puesto de elección popular tenga la certeza que “sus números” están siendo correlacionados con los estudios que hacen las encuestadoras y laboratorios de estrategias de marketing político que hacen el trabajo del “cuarto de guerra” para llevar a sus jefes al triunfo de la contienda electoral.
Sin embargo, la imposición se ha colocado sin previo aviso sobre las doctrinas y apersonamientos de las propuestas de campaña, las narrativas de lo que se sabe y los diagnósticos que solo van cambiando de tipografía y estilos de presentación en su diseño, porque el mal sigue siendo el mismo: la violencia, la criminalidad, la delincuencia la apatía a la participación social, y tantas y tantas propuestas que se dan para que la ciudadanía se active verdaderamente en el ejercicio democrático que por ley nos faculta a cada mujer y hombre de este país, para decidir hacia donde queremos llevar nuestro México, el querido Acapulco y la cámara de senadores y diputados locales y federales que nos van a representar.
En este espacio, me referiré a ello, esas personas que “nos representan” en la cámara del Congreso del Estado, mujeres y hombres que en su minoría fueron elegidos por las cúpulas de los mismos partidos y que no son consultados por los ciudadanos, tampoco así para ser evaluados si son o no son idóneos en ocupar esos puestos de representación proporcional; personas que están para hacer el trabajo técnico y no político, porque para ellos avanzan con las mujeres y hombres que sí fueron seleccionados por la sociedad a través de las urnas electorales.
Pero, como es que algunos perfiles en esos puestos si cumplen con “las cuotas” como son los espacios de acciones afirmativas y que llevan un trabajo que los identifica en la segmentación que las instancias electorales hacen para llevar a cabo esa representación proporcionada y la inclusión para la diversificación que nos han puesto a todos como sociedad, y que fue necesario por la desigualdad y discriminación de los que están tomando decisiones desde el poder puro.
Por que los que van a elección, están en campañas mostrando lo que sí se prepararon, que perfil y plan de trabajo llevarán a su curul, el paquete normativo que presentará, es decir, esas leyes que pulirá para que la agenda gubernamental en sus niveles locales tenga efecto la eficiencia y buenas prácticas para la gobernanza y aplicación de políticas publicas de desarrollo económico, porque es lo que urge y no es lo emergente, ya que ahí, se asoma la inseguridad y la nula administración de la ley.
Existen algunas mujeres y hombres insensibles, porque llamarles irresponsables ya no es adjetivo, porque no les interesa; pero sí en la apatía de no informar a la ciudadanía ¿Cuál es realmente la función de un diputado o diputada local del congreso de nuestro Estado de Guerrero? Se muestran a las personas con mediana o poco acceso a la información para saber realmente la función de esos espacios, y se muestran como los ungidos gestores para cambiar su territorio, vaya si distrito.
Es injusto que se siga manteniendo a la población segmentada por el nivel de acceso a la información en la que se les deja desarrollarse, y que a partir de ello se ingresen las conciencias. Todos tenemos responsabilidad, desde la academia como también así la organización de la sociedad misma, hagamos ese frente “informativo” para que el voto sea concienzudo, un voto netamente ciudadano; aunque hoy ese ciudadano su prioridad es que le prometan que le seguirán dando despensas y dinero en efectivo, que lo llenarán con promesas diciéndoles que ya cambiaron y que como son los antiguos ellos sí saben como hacer las cosas, pasa en la sociedad misma, si no nos movemos seguimos con el mismo mal y la misma queja.
La proactividad es para la sociedad lo que la participación ciudadana es para las elecciones, fomentémonos proactivos.