Premisas…

Delfino Campos

Se acerca el tiempo electoral en el país. Es un ciclo que termina para iniciarse otro. Paralelamente vienen los conflictos. Se agudiza el problema del transporte. Hay transfondo político. Y como ya es costumbre, vienen las campañas y las promesas. La guerra sucia y los disturbios políticos. La violencia se recrudece. Tal parece que la política es de promesas y de guerra sucia. Sino no sería política. También vienen las descalificaciones.

La oposición, léase prianistas, hará de todo, hasta de crear un estado de conflicto y violencia. Con razón decían “vamos a estar como Venezuela”. Ya entiendo, a eso se referían entonces los que no saben perder. Como no, si están enojados porque ya no gozan de privilegios.

Los debates son otro cantar donde se dicen de todo. Los escenarios se vestirán de política. Las calles se inundarán de gente con necesidades y con bloqueos con tintes políticos. Los candidatos prometerán una y mil cosas. Y el viejo régimen tratará de regresar. Los viejos políticos se pasarán a Morena hablando mal de su anterior partido, vaya, es su estilo.

En los debates se dan hasta con la cubeta. Es un verdadero show de dimes y diretes. Es una guerra ideológica entre los candidatos. Es una lucha de intereses. Bueno, creo que la “democracia” en eso consiste. También consiste en propuestas y soluciones. Y a hacer negocio con la necesidad de la gente. Faltaba más, pues.

El juego político es un juego de propuestas ante la sociedad. Vamos, todo es política. La política es una ciencia social que trata sobre el desarrollo de los pueblos, aunque en la práctica es otra cosa. Los políticos entran en un escenario de prometer y cumplir las promesas y el pueblo a trabajar, como siempre ha sido en todas partes. donde la política es el poder. La política es poder y privilegios. La democracia es un sueño.

La política es sinónimo de desarrollo de un país cuando de justicia social se trata. Cuando de igualdad se trata. La participación ciudadana es un elemento más en el juego de la política y la democracia. La política es social. Pueblo y gobierno es una dualidad indisoluble en la conformación de una sociedad que busca desarrollarse.

Transformación y cambio es la premisa. Transformación y cambio es el paradigma en lo social y en lo político. En la ruta de todo cambio siempre surgen obstáculos. Rayos, de eso se trata. En eso consiste también la configuración política. La oposición creará un estado de caos seguramente.

Hay gente que sale a la defensa de sus propios verdugos. Tal vez son gente de linaje afín a los intereses de los poderosos. Vaya, sólo así se puede explicar la postura incomprensible de quienes defienden a sus propios verdugos. Más claro, tienen familiares en el poder pues de otra manera esto no tendría explicación.

La historia de la política es la historia de una sociedad que se transforma día a día en medio de conflictos. La política es social, económica y de poder. La política es también una forma de gobernar con sentido social, al menos, así debe ser dentro de una ética de progreso y desarrollo. Los conflictos, en política, son parte del desarrollo de los pueblos. En política los problemas son para mejorar.

Ya es costumbre y es de suponer que cuando se acerca el fin de un régimen para iniciarse otro, transición de poder pues, sobrevienen los conflictos para agarrar bandera política o bien para hacer quedar mal al gobierno en turno. En Acapulco y en el estado de Guerrero, surgen los problemas de transporte público y los paros y plantones. Todo es político con disfraz de conflictos sociales, nos leemos en la próxima entrega…