Autora: Cecilia Elizabeth Mosso Lomelí
Ya que se vive un momento
deberíamos apreciarlo
como una pieza de oro
con un diamante acuñado.
Pero vivimos el día
sin valorar lo más bello,
sin agradecer las flores
que nos brindan su destello.
Aunque el tiempo corre lento
la vida se va como agua
que fluyendo en un riachuelo
nos dice adiós y se marcha.
Así transcurren los meses,
los días, las horas, los años;
viviendo el día a día
sin fascinación o encanto.
Por todo lo que nos brindan
la tierra, el mar y los campos
que nos proveen riquezas
para vivir nuestros años.
Apreciemos un segundo
la naturaleza viva
que nos brinda la riqueza
verdadera en esta vida.