El Caos, un Generador de Violencia

Aleida Alarcón

aleidaad@outlook.com

 

La violencia se presenta microscópicamente en cada uno de nuestros espacios, entre humanos, hacia los animales, hacia el medio ambiente…

Y esto se genera por un desequilibrio y desorden que provoca la competencia de tener el poder, el estar uno sobre otro, ejercer la fuerza sobre otro, porque la violencia es una acción que se efectúa para mostrar el poder, el dominio y la supremacía.

Pero hablemos de ese caos que se genera, antes de identificar el proceso de la violencia misma, el caos que puede permear de tal manera para que “un todo” deje de existir.

Hace un par de días, se notó el cambio de la dinámica de la entrega de despensas y enseres a las familias censadas para el beneficio de estos productos por parte del gobierno federal; no puntualizaré sobre esta acción de gobierno, el enfoque es sobre la logística y operación, así como la conducta social de los beneficiados.

Se concentran adultos mayores, mujeres con hijos menores de edad, familias enteras y jóvenes, esta dinámica comenzó a verse cuando se hacinaban al perímetro de los puntos en que se desarrolla la entrega de los productos mencionados, tardes y noches se veía a las personas llegar “hacer fila” para asegurar su lugar, y esto se provocó debido a la mala organización que tiene el ejército.  Los militares tienen la experiencia de atender  a la población en caso de emergencia, de contingencia y de crisis con su PLAN DNII-E, son los mejores calificados del mundo, incluso, ese plan es modelo para operaciones de otros países, son reconocidos mundialmente por la efectividad de ese plan en todas sus fases (Auxilio, Prevención, Recuperación ) sin embargo es probado que cuando las acciones de seguridad, de protección civil y en estos casos, de contingencia, se vincula la acción “política” todo sale mal.

En el servicio público, hay una regla, “en la instrucción, esta la decisión” esto significa que los que tiene que obrar la visión de mando son los que verán las cosas desde dentro, hoy los soldados están siendo tan expuestos que se les ha demeritado, su valor a la permanencia del servicio para apoyar a la ciudadanía ya no está digna.

Pero no son ellos, son las instrucciones, en la mesa dónde se reúnen los titulares (militares y funcionarios) para crear la estrategia no es clara, por los protocolos ya establecidos los modifican, teniendo ya un plan, vienen las intenciones políticas, y ahí es donde todo se descompone.

Así pasa con las cientos de familias que esperan su beneficio por #Otis, el protocolo no es claro, vimos a marinos, vimos a soldados, vimos a políticos, vimos a candidatos repartiendo despensas, el objetivo apoyar y subsanar la situación de todos los afectados, sin embargo, los procedimientos no llevaban la misma intención, para unos fue cumplir la misión, cumplir la orden y para otros mostrar su fuerza política y posicionamiento, y es regla por igual, cuando las cosas no se hacen de buena manera, siempre salen mal.

Tan sale mal que ya se han dado peleas entre ciudadanos, golpes entre mujeres y golpes y violencia hacia el ejercito mismo, porque la instrucción no es clara, y me refiero a que los soldados sistemáticamente van trabajando la instrucción de la descarga y distribución de los productos, pero la intención política hace que se cambie de sede, que se cambie de numero de beneficiados por día, de viajes de carga por día, horarios y un sinfín de situaciones que provocan el desorden.

Esto, genera caos y ese caos, produce más desorden porque llegan los beneficiarios a hacinarse en los puntos señalados, a estacionarse en doble fila, aparece el comercio ambulante y viene el caos colateral: basura, trafico, tensión vial, estrés social.  Esta concentración de caos microscópicos hace un todo, que la ciudad esté colapsada en arterias viales principales, abonando al caos que tiene la ciudad por la falta de organización hacia la movilidad (semáforo, oficiales de tránsitos en cada zona de tráfico, basura, iluminación pública inestable) que está en proceso podemos pensarlo así, porque no vemos avances.

Este caos hace que la ciudadanía se suba a niveles de tensión social donde la población se polariza, por los que opinan que los jóvenes que pierden el día ahí haciendo fila, pueden estar trabajando, que porque los niños están expuestos en esos lugares, pudiendo estar en las escuelas, que los adultos mayores no se les atiende como se debe, por eso se manifiestan y un cumulo de opiniones que ponen en estrés, de inmediato se percibe la tensión de los conductores al pasar en estas zonas, el tráfico, el clima, la desorganización hace que termine en un caos:  un choque automovilístico frente a plaza comercial, que tiene autos en triple fila por culpa de los enseres y los conductores golpeándose por no terminar un arreglo entre ambos por la falta de seguro de auto de uno de estos.

El caos es la oportunidad de ver que estamos siendo deficientes y una oportunidad para recuperar el orden a partir de aplicar la inteligencia y el trabajo serio.