Acapulco vive una grave situación hidrosanitaria. Constantemente se dan colapsos en su red de drenaje y suministro de agua potable. En los últimos años se han anunciado inversiones y proyectos millonarios, que supuestamente ayudarían a sanear la bahía y dotar del líquido a las casas; sin embargo, eso no ha sucedido.
Valdría la pena que se analizara con cuidado el tema del agua en este proceso electoral, porque como lo hemos constatado en gran parte del país, la escasez del líquido tiene al borde de la emergencia a varias ciudades del país.
Ríos, lagos zonas acuíferas se están secando, el cambio climático y la errada actuación oficial en sus diferentes niveles, ha dado como resultado la crisis de agua en México, y Acapulco no es la excepción.
Acapulco ha estado inmerso desde hace muchos años a la grave problemática de falta de agua y colapso de su sistema hidrosanitario, que da como resultado la contaminación de la bahía ante el deficiente funcionamiento de las plantas tratadoras de aguas negras.
Se ha dicho y con razón que las próximas guerras serán por el agua, indispensable para la supervivencia del ser humano. Así como que a corto plazo, los grupos delictivos serán quienes, sino actúa con tiempo el gobierno, los que tengan el control del líquido en el país.
De ahi la importancia de oír sobre ese tema a los que ahora aspiran a gobernar Acapulco, así como a quienes quieren llegar al Congreso del Estado y a nivel federal al Congreso de la Unión (diputados federales y senadores). ¿Cuál será su postura, qué proponen?
Es un asunto, que al igual del de la seguridad, que se deben tomar, muy, muy en serio.