Dos renuncias y los recursos para la salud | Propuestas y Soluciones Por Jorge Laurel González (JLG)

Dos renuncias y los recursos para la salud

“En nuestros locos intentos, renunciamos a lo que somos por lo que esperamos ser.” William Shakespeare.

En los días pasados hemos sido testigos de dos renuncias en el gabinete del ejecutivo federal, la primera fue la que pudo haber afectado más al Ejecutivo, dado que vino acompañada por una carta del entonces titular del IMSS, el senador con licencia Germán Martínez Cásarez.

La carta deja ver un problema de desencuentros entre los diferentes integrantes de la administración pública y una muy clara rivalidad entre el titular de la secretaría de Hacienda y el renunciante. Llama la atención que la renuncia no haya sido dirigida al ejecutivo, fue presentada ante el consejo del IMSS, del cual Germán Martínez de acuerdo a los estatutos era su presidente.

No dio opción entonces, a que su renuncia fuera rechazada. Al parecer se había agotado la posibilidad de que el presupuesto fuera encauzado de la manera en que era necesario para el crecimiento y mantenimiento del IMSS, una institución de la que depende la salud de decenas de millones de mexicanos.

Cito parte de la renuncia: “Algunos funcionarios de la secretaría de Hacienda tienen una injerencia perniciosa en el IMSS y ponen en riesgo la vocación igualitaria, de justicia y, concretamente, de prestación de servicios de salud que tiene el Seguro Social”.

Desgraciadamente, al parecer la salud no ha sido prioridad en esta administración, las misivas firmadas por médicos, algunos directores de servicios de las instituciones de salud, se comentan en las redes, todas ellas tienen un factor en común, piden más presupuesto. Corrijo, no piden más, piden al menos que no haya reducción del mismo. Es claro que la salud es prácticamente un barril sin fondo y que no hay presupuesto que alcance, para dar una cobertura del primer mundo a todos los mexicanos. También debemos señalar que no se debería de disminuir la atención en las instituciones de salud, que son centros hospitalarios de concentración, donde se atiende a quien no cuenta con otro tipo de cobertura de seguridad social. Ahí desgraciadamente la opción preferencial por los pobres, de la que nos habló el ejecutivo en su campaña no se manifiesta.

Además, debemos de estar conscientes que cualquier “ahorro” que se haga hoy en prevención (por ejemplo, en programas de detección oportuna de cáncer) será pagado con creces, cuando se incremente la incidencia en ese y otros rubros y provocará un quebranto financiero al sector.

Hay rumbos que se deben de corregir y límites que no deben de traspasarse, un ejemplo ya lo vivimos y se dio una oportuna rectificación, cuando al vetar a algunas empresas farmacéuticas, produjo la posibilidad de desabasto en retrovirales que son imprescindibles para mantener a los pacientes VIH positivos controlados. Hoy el VIH ya no es la enfermedad mortal de los años 80s. Un paciente de veinte años de edad, detectado a tiempo, puede vivir tomando su medicamento cincuenta años más, hasta alcanzar una expectativa de vida de setenta años, que es muy similar a la de una persona sana. El VIH que necesariamente se convertía en SIDA y que provocaba la muerte en años o en pocos meses inclusive, cuando no era tratado, se ha convertido en una enfermedad crónica. Bien por los científicos y sus avances. Sin embargo, es una enfermedad crónica en la cual, la suspensión del medicamento es una sentencia de muerte. Hablamos de tres pacientes detectados por cada mil habitantes, doce mil nuevas infecciones anuales y se calcula que para el año 2020 un cuarto de millón de personas estará infectado. Para el año 2016, los tratamientos eran recibidos por más de 140,000 pacientes. Ante esta situación real, el ejecutivo buscó la manera de solucionarlo, ya que el desabasto no era una opción, hubiera provocado un gran descontento ciudadano, si a los actuales pacientes les sumamos sus familiares, la presión social no hubiera podido ser contenida.

La otra renuncia merece tal vez menos atención, a doña Josefa González Blanco, la hasta hace poco titular de SEMARNAT se le conocía sobre todo por la fama de sus ancestros cercanos y por sus declaraciones sobre la existencia de los aluxes (esos pequeños duendecillos que dejan sus rastros sobre los terrenos en la selva y que viven en los árboles sic.). Respetando las creencias de cada quien, creo que tenemos que considerar que no resistía un análisis serio la postura de la hasta hace poco, secretaria. El detener un avión comercial, para abordarlo no era tampoco algo razonable, y ante el rechazo social, la defenestración se dio de manera natural, aun cuando ella firma su carta de renuncia, es obvio que la misma fue solicitada, si ella hubiera pensado que su acción era para posteriormente dimitir, jamás la hubiera realizado. El hecho es que las renuncias se dieron, pese a ello, la popularidad presidencial se mantiene en los sondeos más bajos en un sesenta por ciento, esto seguramente ayudará al partido político hoy en el poder federal (MORENA) a ganar en los procesos electorales estatales del próximo domingo. Pese a que el capital político no es un cheque endosable al portador y cada entidad cuenta con su propio comportamiento electoral, la luna de miel entre el presidente y su electorado no termina.

No importa para el público, que México se haya fundado hace casi 200 años o hace miles de años, el romance continúa, porque el electorado se cansó de las opciones previas.

Tenemos hoy tal vez el presidente más cercano a la gente, solo debemos de esperar que eso no coincida con un poder alejado de la realidad.

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