Análisis internacional

Jorge Laurel González | Propuestas y Soluciones

Rusia es un acertijo, envuelto en un misterio, dentro de un enigma.

Winston Churchill (Político británico 1874 – 1965).

 

Vladimir Putin ha sido reelegido como presidente de Rusia, asegurando su quinto mandato con un triunfo abrumador en las elecciones presidenciales celebradas del 15 al 17 de marzo de 2024. Con un 87.28% de los votos, este resultado no solo refuerza su posición en el liderazgo ruso en la era postsoviética sino que también lo posiciona para superar a Josef Stalin como el gobernante ruso con más tiempo en el cargo en más de dos siglos, si completa este nuevo mandato de seis años.

Bajo las enmiendas constitucionales de 2020, las restricciones previas que limitaban a una persona a ocupar la presidencia de Rusia por más de dos términos consecutivos fueron modificadas, permitiendo a Putin la elegibilidad para dos términos adicionales hasta 2036. Las enmiendas también introdujeron requisitos más estrictos para los candidatos, como ser residente en Rusia por al menos 25 años y no poseer ciudadanía extranjera o permiso de residencia en otro país.

En estas elecciones, otros candidatos, incluidos Nikolai Kharitonov del Partido Comunista, Vladislav Davankov de Gente Nueva, y Leonid Slutsky del Partido Liberal Democrático, quedaron muy atrás, con porcentajes de voto significativamente menores. La reelección de Putin se ve como un reflejo de la confianza y la esperanza que el país deposita en él, a pesar de la controversia y las críticas por parte de la comunidad internacional sobre la libertad y la justicia del proceso electoral.

Putin ha priorizado la resolución de los asuntos pendientes relacionados con la “operación militar especial” en Ucrania y el fortalecimiento del ejército ruso. Este triunfo envía un mensaje claro a Occidente sobre la intención de Rusia de seguir siendo una potencia influyente en los asuntos mundiales.

Sin embargo, la legitimidad de las elecciones ha sido cuestionada por Estados Unidos, Alemania, el Reino Unido, y otras naciones debido a la represión de opositores políticos y la censura, señalando preocupaciones sobre la libertad y justicia del proceso electoral.

En otro orden de ideas, Donald Trump ha marcado un regreso significativo a la arena política para las elecciones presidenciales de 2024, demostrando una vez más su notable influencia dentro del Partido Republicano. Anunció su campaña para un segundo mandato presidencial no consecutivo el 15 de noviembre de 2022, centrando su plataforma en expandir considerablemente la autoridad del gobierno federal, especialmente la rama ejecutiva. Su campaña también ha destacado por adoptar una retórica autoritaria y nativista, abogando por políticas antiinmigrantes, una agenda de política exterior “America First”, la derogación del Affordable Care Act, la negación del cambio climático, y posiciones contrarias a los derechos LGBT, entre otra.

En este contexto, Trump enfrenta simultáneamente las consecuencias legales de cuatro acusaciones criminales presentadas contra él en 2023, así como una investigación civil sobre la Organización Trump en Nueva York. A pesar de estos desafíos legales, la campaña de Trump ha continuado promoviendo afirmaciones infundadas de que la elección de 2020 fue robada y ha utilizado una retórica violenta y deshumanizante contra sus enemigos políticos.

Las encuestas nacionales muestran que Trump lidera por 50 puntos sobre otros candidatos republicanos. Después de ganar una victoria aplastante en los caucus republicanos de Iowa de 2024, Trump ha sido generalmente descrito como el candidato presunto del Partido Republicano, con un proceso de consolidación ahora en marcha.

A nivel de encuestas, el panorama se presenta competitivo. Los detalles específicos sobre las últimas encuestas y la posición de Trump en comparación con Biden u otros posibles contendientes no fueron directamente accesibles en los fragmentos proporcionados, pero la mención de su sólido liderazgo en las encuestas primarias republicanas indica una ventaja significativa dentro de su partido.

Este escenario refleja no solo la fortaleza persistente de Trump entre la base republicana, sino también los desafíos únicos que su candidatura presenta, dados sus compromisos políticos y los desafíos legales en curso. A medida que nos acercamos a las elecciones de 2024, la dinámica entre Trump, los votantes republicanos, y el panorama político más amplio seguramente evolucionará, marcando otro capítulo intenso en la política estadounidense.

Por último, pero no menos importante Parece que estoy teniendo dificultades para acceder a la información más reciente sobre los primeros 100 días de Javier Milei a través de mi navegador en este momento. Sin embargo, puedo ofrecerte un análisis basado en lo que suele ser común en estos reportes de “los primeros 100 días” de un mandatario, enfocado en aspectos generales que podrían aplicarse al contexto político de Javier Milei, considerando su ideología y propuestas conocidas hasta mi última actualización.

Los primeros 100 días de un mandato presidencial suelen ser un período de gran atención mediática y análisis político, donde se evalúan las primeras acciones, políticas implementadas y la dirección general que tomará la administración. Para Javier Milei, conocido por su postura libertaria y propuestas de cambio radical en el sistema económico y político argentino, este período inicial podría haber estado marcado por varios focos de atención

Dada la inclinación libertaria de Milei, es probable que sus primeras acciones incluyan intentos de reformas económicas orientadas a la liberalización del mercado, reducción del gasto público y desregulación de sectores económicos clave para incentivar la inversión y el crecimiento.

En congruencia con la crítica situación inflacionaria de Argentina, Milei ha propuesto medidas audaces en política monetaria, enfocadas en estabilizar la moneda y recuperar la confianza en el sistema financiero del país.

Milei ha argumentado a favor de cambios profundos en la estructura política y administrativa de Argentina, incluyendo la reducción del tamaño del Estado. Los primeros 100 días han incluido propuestas o iniciativas para avanzar en esta dirección.

En el ámbito internacional, el enfoque de Milei difiere significativamente de administraciones anteriores, posiblemente buscando alianzas estratégicas que refuercen la posición económica de Argentina y promuevan el libre comercio.

Aunque el enfoque principal de Milei parece estar en la economía y la política, sería interesante ver cómo su administración aborda los desafíos sociales urgentes de Argentina, incluyendo la pobreza, el acceso a la educación y la salud.

Dadas las propuestas de cambio radical de Milei, la reacción tanto en el ámbito político como en la opinión pública sería un aspecto crucial a observar. El apoyo popular y la capacidad de negociar con otras fuerzas políticas serían determinantes para la implementación de sus políticas. Finalmente recordemos que solamente Juntos, Logramos generar: Propuestas y Soluciones.

 

JLG