Acapulco | Gotitas Histórico_Culturales

Por Rubén Darío Piza Romano

Hablar de Acapulco es recurrir a la historia y vivir en la imaginación la transformación que a través del tiempo ha desarrollado; visitar los vestigios de los pueblos prehispánicos que vivieron en las montañas y laderas vecinas a su hermosa bahía, como las de Palma Sola, colonia 5 de mayo, La Sabana, etc. Hasta el descubrimiento que realizó Francisco Chico por mandato de Hernán Cortez el 13 de Diciembre de 1521, llamándola Bahía de Santa Lucia.

En el transcurso del tiempo, Andrés de Urdaneta descubrió como realizar el TORNAVIAJE, el cual consiste en ir y regresar a Acapulco de las islas filipinas, lo que ocurrió en 1565 por mandato REAL, iniciando así el comercio entre Acapulco y Asia con la llamada NAO de China, que se realizó durante 250 años, comercio que permitió la visita de diferentes personas y culturas enriqueciendo así más la nuestra. Dando por hecho que así inició en nuestro puerto el entretenimiento y la necesidad de buscar espacios de descanso, lo que más tarde le aplicamos el término TURISMO. Que actualmente es una de las actividades económicas que mueven al mundo y particularmente a Acapulco que cuenta con la bahía mas hermosa del planeta.

En un recorrido en el tiempo, recordamos al científico Alejandro Humboldt en su visita a Acapulco 1803 menciona en sus apuntes…”en Agosto, septiembre y octubre se descargan con aguaceros que duran de 20 a 25 días, lluvias abundantes que destruyen las cosechas al paso que el viento del SO arranca de raíz los arboles más grandes. Yo he visto cerca de Acapulco una ceiba cuyo tronco que tenía mas de 7 metros de circunferencia que había sido arrancado por vendavales”.

Por lo que el pasado huracán Otis no fue una casualidad de acuerdo a estos datos. Sin embargo, en el paso del tiempo Acapulco se convirtió en el paraíso para el disfrute de personalidades importantes y pueblo en general que han visitado esta maravilla de la naturaleza, únicamente que también ha provocado que el Puerto haya crecido de manera irregular y en desorden.

Lo que actualmente se ha convertido un problema en general que aquí reside, provocado tal vez por malas autoridades y funcionarios que no han sabido resolver las necesidades que padecemos, tal vez por ignorancia y desconocimiento o por la ambición por enriquecerse de manera fácil, desviando los presupuestos dedicados para resolver las necesidades que cada día aumentan y en este caso, de los resultados de los destrozos ocasionados por el Huracán Otis, y si a estos daños le aumentamos la conducta de un gran número de habitantes que no colaboran para resolver los problemas que vivimos, entre ellos el de la vialidad en donde los que conducen vehículos, algunos con exceso de velocidad otros que obstruyen la vialidad en las esquinas, otros que se estacionan en doble y algunos hasta en triple fila, existe un aumento de motocicletas que invaden carril o rebasan por la derecha y conducen sin la protección del casco y sin el más mínimo respeto al reglamento de tránsito. Afectando con esto a los peatones, sobre todo en las principales arterias del puerto sumando a esto a los franeleros que apartan lugares mediante el cobro de una cuota. También se debería regular los sitios de taxis y prohibirlos en la costera que evitan que visitantes y locales se puedan estacionar en dichos espacios.

Después de más de cuatro meses del paso del huracán, no hay suficientes semáforos en las principales avenidas del puerto, no funciona con normalidad el servicio de limpia que también nosotros como sociedad no hacemos nada para mantener limpia la ciudad, el servicio de agua potable sigue sin restablecerse con normalidad y abundan las fugas en muchas calles del puerto, en varias colonias las calles se utilizan como talleres mecánicos y deshuesaderos.

Acapulco ha perdido y ahora más la visita del turismo internacional, tal vez por falta de promoción adecuada, con mejores servicios ya que ahora hay más competencia turística y para ser mejores debe haber más participación de los prestadores de servicios turísticos, Gobierno y ciudadanía, con honradez y sin pretensiones personales, unan esfuerzos para que Acapulco vuelva a brillar ante el mundo como fue hace muchos años.