Estamos exactamente a la mitad del 2022. Es momento de que como sociedad hagamos una reflexión sobre lo que estamos viviendo, y que de una manera u otra nos afecta en nuestro entorno en todos sus ámbitos. No hacerlo, sólo ayudará a que sigamos con la misma forma de actuar y hay que recordar que dejar que las cosas pasen, también es tomar una decisión.
Hace dos años a nivel internacional nos avisaban que venía una pandemia desde China, aquí se minimizó, no se le dio la debida importancia y las medidas preventivas llegaron tarde, el costo de pérdidas humanos ha sido muy alto.
Ahora, a nivel internacional y nacional se observa la llegada de una creciente crisis económica, es momento de hacer un análisis de cómo enfrentarla de la mejor manera. Cómo mantener los empleos, empresas que nos generan los ingresos. Generar un plan de contingencia, que si no se da la crisis en la magnitud prevista, al menos nos permitirá sanear nuestras propias finanzas.
Por otra parte, el asunto de la inseguridad no es menos importante, porque el deterioro que tradicionalmente era en zonas urbanas, ahora se ha enquistado en áreas rurales, con lo cual se amplió la influencia de los grupos delictivos.
Un dato, el organismo Sociedad Civil acaba de dar a conocer el ranking internacional de ciudades con mayor inseguridad, en el cual desafortunadamente aparece Acapulco en segundo lugar. Se pensaba que otras ciudades eran las que ya habían destronado al puerto de ese nada honroso sitio, que durante mucho tiempo hemos tenido, brincando del 5 al 1, pero ahora que se creía que no estábamos en dicho listado principal, de nuevo somos el número 2.
Algo tenemos que hacer como sociedad… y lo primero es crear un ambiente de estabilidad interno, familiar, si es que queremos posteriormente ir avanzando.
Estamos a medio año, hay que aplicarnos intensamente para buscar tener un buen cierre del 2022.