Sembrar Arboles | Crónicas del Acapulco Actual

Rolando Aguilar

Después del paso del Huracán Otis las autoridades de los tres niveles de Gobierno se quedaron paralizadas sin saber que hacer en Acapulco, cuando en ese momento cada minuto era vital.

Simplemente se quedaron pasmados sin saber qué hacer y 3 meses después siguen igual. La mañana del día 25 de Octubre pensé “tengo dos opciones, me quedo a dormir todo el día o me salgo a caminar por Acapulco” sabiendo que caminar era en serio y no habría manera de usar algún tipo de vehículo para regresar.

Decidí por lo último, caminar para ver la situación de la ciudad y ver los daños en la ciudad y tomar fotos. Los primeros minutos en la calle me dejaron impresionado, por todas las calles había pedazos de lámina metálica, de las que se utiliza en los techos de las casas.

No había una sola calle libre de pedazos de lámina y restos de árboles derribados, además de postes de la CFE tirados, doblados. La mayoría de las casas sin ventanales u otras partes de vidrio.

La ciudad se veía devastada, como cuando se ve una ciudad bombardeada, al llegar al Parque Papagayo me impresionó la forma en que quedaron los árboles, los que sobrevivieron, por supuesto, parecía que les habían sacado punta.

La verdad al ver tantas láminas tiradas en las calles lo primero que pensé, “hay que reciclar y pedirles a las compañías que se dedican a eso vengan a recogerlas para venderlas y a cambio que ayuden con la limpieza de la ciudad “.

Después de unos días y ver cómo se levantaban los restos de madera de los árboles, otro amigo me dijo “Hay que traer a los que se hacen cargo de los restos de los arbolitos de Navidad y que se pongan a trabajar “. Anteriormente los árboles de Navidad eran un gran problema y en la CDMX pusieron un centro donde llevabas los restos de tu arbolito y los metían a una maquina y dejaban solo el polvo de la madera, así de ser un problema se transformó en materia para hacer abono orgánico.

Lo cual es una muy buena idea, pero a los tres niveles de gobierno no se les ocurrió y optaron por saturar su relleno sanitario con láminas metálicas y restos de árboles. Mínimo les hubieran regalado los árboles caídos a los que hacen pozole para cocinar.

Tres meses después de Otis, nadie ha comenzado a sembrar árboles en Acapulco, ya pasó la devastación y la mayoría de los políticos solo siguen buscando cómo hacer negocio o sacar provecho en la “reconstrucción”. Ya algunos presentaron sus planes y en eso quedaron, en planes.

¿Cuándo se les va a ocurrir comenzar a sembrar arboles?

No quiero ni pensar las temperaturas que se alcanzaran en Acapulco para el mes de mayo, ante la falta de árboles y vegetación; ¿Alguien del gobierno está haciendo algo por la reforestación de la ciudad en serio? mientras nuestros servidores públicos de los tres niveles de gobierno siguen pensando en cómo sacar raja política de lo ocurrido y dejan las cosas importantes para después.