RINDEN HOMENAJE PÓSTUMO A JOSÉ LUIS LÓPEZ VELARDE

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Por Alfredo Pérez Royin

Una sentida misa fue el inicio de la conmemoración por la vida de José Luis López Velarde. A dos años de su partida y antes de depositar sus cenizas en la parroquia de Cristo Rey en Acapulco, su compañera de vida Edith Justo y sus amigos del grupo Bohemios por siempre, rindieron un emotivo homenaje a quien fuera El Bohemio Mayor y presidente de la agrupación. Mayo 2022 Edith Justo, recordando a su amor eterno José Luis, le dedicó unas canciones.

La cita fue en La Mansión de los Angeles, donde se realizó la ceremonia religiosa, seguida de un programa artístico dirigido por Lupita Aguirre que explicó “que como en toda bohemia la participación es espontánea y desde el corazón” y es que desde el corazón y conforme transcurría la tarde, apretaban los recuerdos tanto, que empezaron a subir al escenario Armando García Larumbe quien externó su sentir con emotivo discurso culminando con las coplas de Machado: “caminante no hay camino, se hace camino al andar…” , Roberto Tornez magistral con su teclado, Choto Molina, cantó a la amistad, la poetisa Auramar compartió una puntual semblanza del homenajeado intercalada con los sentidos versos de Ramón Sierra; Blanca Reina nos brindó con soltura su interpretación de La mata-hombres, inspiración de Manuel S. Leyva; Edith Justo también cantó y le dedicó Solamente una vez, El Ausente, Cariño Nuevo, entre otros artistas bohemios que dejaron en claro que “cuando un amigo se va, queda un espacio vacío…” como dijo el poeta Alberto Cortez.

Edith Justo Herrera, su compañera de vida nos dio un mensaje: estaba ella cumpliendo su última voluntad, “fue deseo de Jose Luis que sus restos descansaran en la capilla de la iglesia de Cristo Rey”, donde ellos fueron devotos y en Acapulco, donde viven sus amistades entrañables.

Una noche de añoranzas, pero también de celebración por los momentos vividos. Por la noche, a la orilla de la alberca se sirvió vino de honor, que aderezó la cena compuesta de crema poblana, muslos de pollo con verduras salteadas y de postre mousse de mango.

Los fuegos artificiales se abrieron paso entre la noche nublada, llevando los cantos y las rimas hasta muy lejos, con las estrellas.