Por Patricia Segovia T.
Hay algo que me gusta mucho de Facebook, es el que me hace un resumen de recuerdos, como un “diario” en el que puedo ver parte de mi vida, de ese día, en otro y en otros años. Es muy agradable revivir las frases de Don Mario Benedetti, las de Don José Emilio Pacheco, las bromas, el sarcasmo, así como las respuestas de familiares y amigos. Algunos ya están ausentes físicamente, pero presentes en mi mente, en mi corazón y en mis archivos de esa red social. Sí, sí, de igual forma, me hago cargo de mis errores de juicio. No han sido pocos.
Precisamente, esta semana, pero del 2024, fue constante mi invitación a votar el dos de junio, para elegir senadores, diputados y presidenta de la república.
Durante prácticamente toda mi adultez, he hecho lo que estuviere a mi alcance para motivar a que las personas voten. “Que no decidan por ti”. “No, no todos son iguales”. “Es tu derecho, ejércelo”, han sido algunas de las frases que he utilizado para que haya participación en los comicios
Si alguien me hubiere dicho que, en algún momento, iba a pedir que la gente no sufragara, me habría reído y mucho.
Esta vez, espero, deseo, que los mexicanos, en su mayoría, no salgan a votar.
Se argumenta que la aplicación de justicia en nuestro país, es prácticamente inexistente (Oscila entre el 98 y 99% de impunidad. Me acuerdo que hace unos 30 años me indignaba superlativamente que tuviéramos un 80) y que la que manda es la corrupción. No tengo argumentos para demostrar lo contrario, de hecho, sería absurdo de mi parte tratar de contradecir esta afirmación. México es un país muy sobornable, comenzando por sus autoridades y siguiendo por los ciudadanos. Según transparencia internacional, somos el país 140 de los 180 evaluados en materia de deshonestidad y de acuerdo a la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) estamos en el lugar 38, de 38 naciones que la integran.
No hay un país exento de falta de honestidad. Dinamarca tiene 90 puntos, Finlandia 88, Singapur 84. México cuenta con 26 y como referencia, Venezuela tiene 10.
Obviamente el soborno pasa por: Todos los niveles de gobierno, empresas, partidos políticos, ciudadanos, medios de comunicación, etcétera. Estamos embarrados en cualquier nivel, socioeconómico, cronológico, educativo. ¿Se enteraron de los once miembros de la “guardia nacional del bienestar del huachicol”?
Reitero, pretender que los jueces y la suprema corte, son impolutos, es absurdo. Recuerdo a uno de sus expresidentes que fue acusado de presionar para obtener fallos favorables a un primer mandatario. También tengo presente a una ministra acusada de plagio, que logró hacer callar a la UNAM sobre el tema y a otra que se dice “del pueblo”. Supongo que se adjudica esa emanación porque yo, como tal, soy totalmente ignorante de la ley y su aplicación.
Para mí, el asistir a una casilla y emitir un sufragio este domingo primero de junio de 2025, es una pérdida de tiempo y convertirme en comparsa de lo que en realidad sucederá; el darle, en charola de plata, uno de los poderes del Estado al partido “gobernante”. No conozco a los candidatos, ¡No tengo porqué! No me garantiza que el ser electos, los vuelvan honestos, por lo menos, muchos diputados, alcaldes, gobernadores, que fueron elegidos, “padecen de enriquecimiento inexplicable”. El participar en esta farsa, es un insulto a mi inteligencia (por muy poca que ésta sea). Es algo complicado, por fortuna, para los interesados, pues ya hay un “acordeón” donde el partido en el poder “sugiere” como y a quien escoger para ser juez.
Lo que más, me duele, sí, y mucho, es el costo de seis mil trescientos veintinueve millones de pesos para que solo participe, si bien les va, un 20% del padrón electoral. Dicen que los mexicanos, queríamos, pedíamos a gritos esta reforma. ¿Desde cuándo un 80 es menor a 20?
Destruir, en lugar de corregir y dejar las decisiones a la gente, qué, por lo regular, no cuenta con conocimientos para muchas opciones que tiene que seleccionar, no ha dado resultados positivos a la nación.
Algo que no puedo pasar por alto es la gran cantidad de defensores de delincuentes de renombre, miembros de sectas, personas con antecedentes penales, que “pasaron” los filtros y los que fueron eliminados de las listas, inexplicablemente.
Como canta Rubén Blades, “La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida” Yo que siempre condené a los abstencionistas, los califiqué de irresponsables, de que no les interesaba el rumbo del país, me convierto en una, pero por los motivos totalmente contrarios.
Alguien sabiamente compartió “Ya tenemos a los ganadores, solo nos falta la elección”. Mi aval a este fraude a la nación, no lo tendrán.
#VetoAlVoto