LA FRUSTRACIÓN DE LA JUSTICIA POR IMPARTIR…

Aleida Alarcón

aleidaad@outlook.com

 

La violencia efectuada por mano propia está prohibida en la lógica y raciocinio humano, en nuestro país el artículo 17 de la Constitución establece los mecanismos de la impartición de justicia y qué y quienes son los entes encargados de efectuarlas; sin embargo, debido a la frustración a la nula respuesta que tienen las víctimas y/o familiares de víctimas, el hartazgo de la impunidad y los sórdidos apoyos de seguridad que se dan en comunidades o colonias de municipios o metrópolis de México, la sociedad toma la justicia por su cuenta.

Lo hemos visto a lo largo del tiempo y en esta actualidad, como pobladores se agrupan para amancillar a generadores de violencia y delitos de impacto como agresión sexual, secuestro, robos entre otros, reaccionan de manera impulsiva por esa nula justicia que perciben del propio sistema.

Y viene la pregunta ahora, ¿Cuánta gente armada existe en las calles?, ¿conoce a alguien que tenga una rutina ciudadana que porte arma de fuego?, ¿sabe de algún ciudadano o ciudadana que porte arma durante sus actividades comunes sin el permiso de la DEFENSA?; preguntas que pueden ayudar a dimensionar la decisión civil que exista de mujeres y hombres, al margen o no de la Ley para portar armas de fuego y que en un acto de impulso o frustración usen este aparato.

En Guerrero el tener armas en casa, es de “uso y costumbre”, por la herencia antropológica de nuestros pueblos, pero, ¿todo bajo la legalidad? Las ramas que resguardan los hogares por el tema de la inseguridad y violencia, ¿están registradas ante la DEFENSA estas armas para la seguridad y legítima defensa?; y en este sentido también es colocar la reflexión de la cultura cívica, por que las armas son para uso de defensa, el mismo ejército y las policías así lo adoctrinan: “para reaccionar ante una agresión y/o repeler un ataque en la universalidad de defenderse y protegerse y proteger a otros”

Las armas son para quienes saben y están capacitados de usarlas, y no es justificación para tomarlas y hacer justicia por mano propia ante la nula eficiencia de los tribunales y espacios de mediación en la resolución de conflictos dentro del sistema de justicia, la violencia se fomenta desde todas las dimensiones, y la señora de la tercera edad que reclamó su inmueble, tomó un arma para descargar esa frustración y enojo por no tener un medio de dialogo, negociación y resolución…

..porque la violencia criminal y las armas, es otra dimensión, ahí radican las policías y las fuerzas armadas.  En esta sociedad, nos ocupa la impunidad y débil civilidad de resolver conflictos.

Insisto, el camino es la educación y empoderarnos de información con la sapiencia en la toma de decisiones nos dará mejores resultados.