Es un hecho que en Acapulco hay un distanciamiento real entre lo que significa la actividad turística y la sociedad porteña. La principal actividad económica del puerto es el turismo, no obstante ello, hay una especie de indiferencia sobre lo que representa.
Este viernes 22 de agosto se inauguró -por fin- el hospital del ISSSTE que se construyó encima de las estructuras de lo que fue el Centro Internacional Acapulco. Y que se decidió de último momento hacerlo en ese sitio por la serie de irregularidades en la adquisición de los terrenos en la población de Tuncingo, que junto con el Pedregoso eran los sitios viables para ese tipo de instalaciones.
Aunque realmente, sólo se puso en operaciones un edificio del Hospital de tercer nivel que atenderá exclusivamente a afiliados al ISSSTE.
Y como anotábamos al inicio, hay una especie de distanciamiento social con el turismo, porque las protestas que se hicieron notar contra la edificación del hospital fueron por los daños a la plusvalía del fraccionamiento Costa Azul y sus alrededores.
Pero no porque al destruir el CIA sacaban a la bahía de Acapulco del mercado de los grandes congresos, convenciones y espectáculos, dejando al abandono a los hoteles de la franja turístico que le dieron renombre a Acapulco y México a nivel internacional. El sector oficial manejó el asunto más como protestas clasistas que como lo que realmente estaban haciendo: afectar al sector turístico del Acapulco donde están instalados el mayor número de cuartos de hotel. Fue muy triste ver a supuestos turisteros e investigadores aplaudir la construcción del Hospital del ISSSTE en la zona turística porteña.
En cambio, ahora, hay una naciente inconformidad social porque el Jardín del Puerto, que en teoría se está recuperando para Acapulco, en lo que es la zona del Malecón de la ciudad, porque se corre la información de que se rentarán locales comerciales, lo cual ha molestado, dado que grupos culturales dicen que deben ser espacios públicos libres para promover actividades culturales. Con eso y que la expectativa con el Maribus era muy grande, los acapulqueños se han enfrentado con la realidad.