
La manera como el mexicano atiende los asuntos difíciles es única, porque les impregna un toque que va desde lo humorístico al homenaje y reflexión. Tal es el caso del Día de Muertos, que de ser una celebración de amor y recuerdo para los seres queridos que han fallecido, se ha convertido en una especie de actividad cultural que ha trascendido fronteras, e incluso, gracias a una película de James Bond, ahora hasta desfiles hacen en varias partes del mundo.
El Día de Muertos es una de las de las tradiciones más emblemáticas y conmovedoras de México, es una oportunidad para que las familias se reúnan y recuerden a sus antepasados con amor y respeto.
Solo que, para como se ha disparado la violencia letal en México, han surgido otro tipo de conmemoraciones, dirigidas más a exigir justicia por los miles de muertos violentamente y desaparecidos en el país.
La exigencia de justicia por esas muertes y desapariciones le da otra connotación al Día de Muertos. Y se entiende, porque independientemente de lo tradicional de esta fecha, se han programado una serie de acciones para recordar y exigir justicia para las víctimas de violencia y desaparición, tales como manifestaciones, plantones, ofrendas y altares, eventos culturales y artísticos, denuncias y exigencia de justicia en diferentes partes del país.
Estas acciones reflejan la complejidad y el dolor que conlleva conmemorar el Día de Muertos en un contexto de violencia y desaparición, como lo que se vive en México.