ACAPULCO Por Patricia Segovia T

Por Patricia Segovia T.

 

Nota: No tengo idea de cuantas personas lean mis líneas, pero este escrito, más que técnica, tiene una gran honestidad y amor acumulado por más de tres décadas, cifra que supera la mitad de mi existencia.

 

 

Me dijeron las peores cosas de ti

que solo temor, generaste en mi

 

Tardé meses en irte conociendo

apreciar tu grandeza

y admirarte, hasta llegar a sentir un amor

que se fue arraigando en cada milímetro

de mi ser

 

Entraste lentamente en mi corazón

como las olas que mojan suavemente en inicio

y con fuerza indomable, al arribo de las sombras

 

Los primeros días, solo lágrimas, soledad, tristeza, impulso de huir

ahora sé que jamás me alejaré de ti

 

Contigo he conocido la dicha, la belleza, la pasión,

la ternura, la plenitud

también la frustración, la decepción y el más desgarrante dolor

 

Cambié mis aficiones, mis gustos, mis costumbres

Hay momentos que te odio, no obstante, en la mayoría de las veces,

de ti, vivo prendada

Gente mala, la hay, pero la bondad, la solidaridad,

La fraternidad, en tus hijos, ha estado presente.

 

Te idolatro mi hermosa perla

el inicio del comercio, indestructible beldad

la puerta siempre abierta de la tierra,

que mezcló sabores, colores; la diversidad

 

Te he sentido casi destruido

Te he asumido, casi muerto y yo

compartiendo el que parecía tu destino.

Te he visto humillado, lastimado, ultrajado, dolido, abusado

Me he encontrado, frustrada, impotente, temblando de ira, o inerme

 

Sé qué retoñarás

más fuerte, hermoso, digno, pleno.

Y yo estaré viendo tu resurgir, desde la playa, las olas, el cielo, la arena

ya sea en carne y hueso que ahora duele

o en polvo, en recuerdo, que se vuelve perene